La cerámica de berilio (óxido de berilio o BeO) se desarrolló en la década de 1950 como un material cerámico técnico de la era espacial y ofrece una combinación única de propiedades que no se encuentran en ningún otro material cerámico. Tiene una combinación especial de propiedades térmicas, dieléctricas y mecánicas, lo que lo hace muy deseado para su uso en aplicaciones electrónicas. Estas características son exclusivas de este material. La cerámica BeO tiene una resistencia superior, características de pérdida dieléctrica excepcionalmente bajas y conduce el calor de manera más efectiva que la mayoría de los metales. Ofrece una mayor conductividad térmica y una constante dieléctrica más baja además de las favorables propiedades físicas y dieléctricas de la alúmina.
Es un material ideal para aplicaciones que requieren alta disipación de calor así como resistencia dieléctrica y mecánica debido a su excelente conductividad térmica. Es especialmente adecuado para su uso como láser de diodo y disipador de calor de semiconductores, así como como medio de transferencia térmica rápida para circuitos miniaturizados y conjuntos electrónicos herméticamente contenidos.
Grados típicos
99% (conductividad térmica 260 W/m·K)
99,5% (conductividad térmica 285 W/m·K)
Propiedades típicas
Conductividad térmica extremadamente alta
Alto punto de fusión
Alta resistencia
Excelente aislamiento eléctrico
Buena estabilidad química y térmica.
Constante dieléctrica baja
Tangente de baja pérdida dieléctrica
Aplicaciones típicas
circuitos integrados
Electrónica de alta potencia
crisol metalúrgico
Funda de protección de termopar